

Noruega inaugura el primer almacén comercial de CO₂ del mundo
El consorcio internacional Northern Lights, primer servicio comercial de transporte y almacenamiento de CO₂ en el mundo, realizó "con éxito" la primera inyección de carbono en los fondos marinos del mar del Norte, anunció el lunes.
Northern Lights, que reúne a los gigantes Equinor, Shell y TotalEnergies, es un proyecto comercial que consiste en transportar y enterrar el gas carbónico captado a la salida de chimeneas de fábricas o centrales eléctricas en Europa, a cambio de un pago por parte de industrias o compañías energéticas.
"Hemos inyectado y almacenado de manera segura el primer (volumen de) CO₂ en el reservorio", indicó el director de la empresa conjunta, Tim Heijn, citado en un comunicado.
"Nuestros barcos, instalaciones y pozos están ahora en funcionamiento", añadió.
Concretamente, tras ser capturado, el CO₂ es licuado, transportado en barco hasta la terminal de Øygarden, cerca de Bergen (oeste de Noruega), transferido a grandes cisternas y luego inyectado por tuberías, a 110 kilómetros de la costa, en un acuífero salino situado a 2.600 metros bajo el lecho marino.
La tecnología de captura y almacenamiento de CO₂ (CCS) es considerada por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) como una de las soluciones para reducir la huella de industrias difíciles de descarbonizar, como las cementeras o la siderurgia.
El primer volumen de CO₂ inyectado en el reservorio de Northern Lights proviene de una cementera operada por la alemana Heidelberg Materials en Brevik, en el sureste de Noruega.
Pero la tecnología CCS sigue siendo compleja y costosa, especialmente en comparación con la compra de "permisos para contaminar" en el mercado europeo de derechos de emisión (ETS).
Además de sus socios iniciales Heidelberg Materials y Hafslund Celsio —cuya planta de incineración de residuos cerca de Oslo debería comenzar a capturar CO₂ a partir de 2029—, Northern Lights solo firmó hasta ahora tres contratos comerciales en Europa.
Estos corresponden a una planta de amoníaco de Yara en los Países Bajos, dos centrales de biomasa de Ørsted en Dinamarca y una central termoeléctrica de Stockholm Exergi en Suecia.
Financiado en gran parte por el Estado noruego, Northern Lights cuenta con una capacidad anual de almacenamiento de 1,5 millones de toneladas de CO₂, que debería aumentar a 5 millones de toneladas de aquí a finales de la década.
Y.Leger--PP