

Rubio visita México tras el ataque de EEUU que mató a 11 supuestos narcos en el Caribe
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, inició este martes una visita a México, que coincide con el anuncio de Washington de que fuerzas estadounidenses mataron a 11 "narcotraficantes" en un ataque en el Caribe contra una embarcación que transportaba drogas desde Venezuela.
La acción militar, ejecutada tras el despliegue de navíos en la zona, fue confirmada por Rubio, quien en declaraciones a la prensa en Miami prometió que Estados Unidos "va a utilizar todo su poderío para enfrentar y erradicar estos cárteles de la droga, sin importar desde dónde operen".
Rubio lanzó la advertencia en vísperas de la firma de un protocolo de seguridad con el gobierno de México, que rechaza la oferta del presidente estadounidense, Donald Trump, de enviar tropas para exterminar a los cárteles mexicanos, a los que designó en febrero como grupos terroristas.
Los traficantes muertos pertenecían a la banda venezolana Tren de Aragua, también rotualada como terrorista, según Trump, que acusa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de encabezar un cártel y desplegó buques de guerra en el sur del Caribe en lo que presentó como una operación antidrogas.
Maduro denuncia esa operación como una amenaza militar contra su país.
El avión del jefe de la diplomacia estadounidense aterrizó por la tarde en el aeropuerto Felipe Ángeles, que sirve a la capital mexicana, constató la AFP.
Rubio se reunirá el miércoles con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, en la primera escala de un viaje que lo conducirá luego a Ecuador, donde gobierna Daniel Noboa, aliado de Trump.
El Departamento de Estado dijo que el secretario exigirá en ambos países "acción rápida y decisiva para desmantelar a los cárteles, detener el tráfico de fentanilo, acabar con la inmigración ilegal" y contrarrestar la influencia "maligna" de China.
"He ofrecido enviar al ejército, y ella (Sheinbaum) no quiere que hagamos eso (...), está muy asustada", declaró Trump la semana pasada al medio Daily Caller.
Por la mañana, la presidenta dijo que trazará un límite claro a una eventual intervención militar estadounidense en México, luego de que Trump firmó una orden que autoriza el empleo del ejército contra las organizaciones del narcotráfico.
Sheinbaum rechazó cualquier "injerencismo". "No aceptamos tampoco violación a nuestro territorio, no aceptamos subordinación, sino sencillamente una colaboración".
Pese a los amagos de Trump, muy pocos prevén que el magnate tome la drástica decisión de desplegar tropas en suelo mexicano.
- Sheinbaum enfatiza cooperación -
Sheinbaum defiende ideas de izquierda, pero ha buscado puntos en común con Trump, tal como hizo su predecesor y mentor Andrés Manuel López Obrador (2028-2024) durante el primer mandato del republicano.
México ha cooperado con el reforzamiento de la frontera contra los flujos de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos desde Centroamérica y otras regiones del mundo. Ha entregado además a medio centenar de criminales buscados por Washington.
También ha tomado medidas para reducir las importaciones desde China, cuyos fabricantes ven a México como un puente hacia el mercado estadounidense.
"Sheinbaum desde el principio decidió que buscaría una relación cooperativa y colaborativa con la administración de Trump", dijo Jason Marczak, vicepresidente y director del Centro para América Latina del think-tank Atlantic Council.
"Ha sido enfática en defender la soberanía mexicana, pero al mismo tiempo en acercarse a Estados Unidos y ver dónde pueden trabajar juntos", agregó.
La estabilidad de la relación marca un agudo contraste con las campañas de presión de Trump contra los líderes izquierdistas de otras dos potencias latinoamericanas, Brasil y Colombia.
Trump ha expresado respeto por Sheinbaum y meses atrás le dio crédito por una campaña de combate al fentanilo, el potente analgésico detrás de una epidemia de sobredosis en Estados Unidos.
Los mexicanos rechazan a Trump, quien ascendió políticamente describiendo a los migrantes de este país como "violadores" y con la promesa de erigir un muro para sellar la frontera sur.
La imagen de Estados Unidos se ha deteriorado más drásticamente en México que en cualquier otro país desde el regreso de Trump, según una encuesta del centro de investigación Pew publicada en julio, que encontró que 91% de los mexicanos no confían en Trump.
Sheinbaum, en contraste, ha ganado apoyo por su manejo de la relación con el líder estadounidense, así como por el resto de su agenda, con sondeos que muestran que tres cuartas partes de los mexicanos aprueban su gestión.
F.Raymond--PP